HACIA LA ELABORACIÓN DE PROPUESTAS CONCRETAS

El desafío de pensar desde la perspectiva de la diversidad y la inclusión, más allá de las convicciones pedagógicas, éticas y políticas, fue y es muy movilizante. Sin duda hay un proceso de reflexión práctica que nos interpela.
Además de los aspectos legales, reglamentarios, asegurar una educación que enseñe a todos/as, y que todos/as y cada uno/a se sienta en condiciones de aprender y formar parte del grupo de aprendizaje requiere pensar una y otra vez las prácticas concretas. Es decir, reflexionar de manera de que este enfoque desde la diversidad y la inclusión se vuelva una realidad en los patios de las escuelas.

A manera de análisis,  hemos podido distinguir ciertas dimensiones que deben ser revisadas de manera de comprender en qué diferentes niveles se juega esta problemática:

Está claro que la clase homogénea, que imaginaba puntos de partida semejantes, procesos de aprendizaje similares y logros uniformes debe ser puesta en cuestión. Hoy es un supuesto ampliamente refutado.El saber estándar

Si toda nuestra formación docente estuvo basada en esta lógica, también se hace indispensable pensar que, para lograr enseñar a grupos heterogéneos, las prácticas conocidas/habituales no resultaron efectivas .

¡ Empecemos por inventar y ensayar nuevos caminos!

Por otro lado, la sociedad que queremos ayudar a construir piensa en la diversidad como un valor. Y en ese sentido, la diversidad curricular también debe serlo. 

Los ensayos con los que hemos comenzado a pensar tiene como contenidos el pase y recepción.

Si bien son dos habilidades diferentes, creemos que es necesario proponerlas juntas. Porque está claro que el pase es un tiro al compañero/a que debe ser recibido. Esto no quiere decir que en alguna clase, o en algún momento, centramos la atención en uno o en el otro.

Cada profe decidirá, si le parece conveniente según la evaluación diagnóstica, en qué grupo va a presentar estas propuestas… 

En ese grado habrá, para todos/as los/as chicos/as, una historia de ”pases y recepciones” con diversos niveles de aprendizajes. Y también diversa conciencia sobre las propias habilidades y la de los compañeros (nos referimos a que hay chicos que no reconocen sus aprendizajes…, y otros que subvaloran o hipervaloran los de algunos compañero/as, y los propios también…).

Seguro, un grupo heterogéneo….

Lo que proponemos es desafiar esa diversidad con propuestas diferentes, presentadas al mismo tiempo y con consignas adecuadas, para que:

  • vayan progresando en términos de eficiencia en relación con las habilidades motoras implicadas
  • tomen conciencia y reflexionen sobre aquellos aspectos que inciden en dicha eficiencia (fuerza, trayectoria, anticipación, etc, cada una de éstas, siempre, estará en función de un objetivo).
  • aprendan a observar y valorar su propio aprendizaje y el de sus compañeros, lo que, en definitiva, es la función de la escuela: integrar a través del conocimiento…

Aquí surgen las preguntas en torno a pensar nosotros/as con los alumnos/as cuáles son los aspectos que hacen falta ser tenidos en cuenta para que el pase y la recepción funcionen de manera eficiente.

1.- Qué tener en cuenta con los/as chicos/as:

Podemos pensar la posibilidad de acordar con los chicos, antes de comenzar la tarea práctica, dos o tres aspectos importantes a tener en cuenta… Por ejemplo:

…Para pasar: 

  1. Que haya contacto visual (comunicación)
  2. Tener en cuenta las posibilidades motrices de la o el compañero que recibirá el elemento. (ajustar potencia)
  3. Experimentar diferentes modos de pasarla (directo, con pique, etc.)

Para recibir: 

  1. Que haya contacto visual,
  2. Que puedan amortiguar la velocidad con que viene el pase.
  3. Que lean la trayectoria del objeto para anticipar el lugar de recepción.

Más allá de que sean estos aspectos u otros, queda sentada la idea de poner en común algunos indicadores a los que esperamos que los chicos presten atención.

La propuesta es entonces tomar “unos minutos” con los chicos…

  1. antes de comenzar a resolver el desafío, para que ellas/os intenten establecer hipótesis sobre cuáles son los aspectos importantes,
  2. o bien hacerlo después de que hayan probado, como registro de lo que se van dando cuenta. Sugerimos que es mejor no hacerlo al final de la clase, para que tengan tiempo de volver a probar resoluciones a la luz de lo conversado…

En el momento que circulan las ideas, nosotras/os habilitamos y reordenamos lo dicho si algo de lo que dicen no va a ayudar en la tarea de aprendizaje.

2.- Qué tener en cuenta para planificar la enseñanza?

Aquí intentamos pensar ciertos criterios que juzgamos importantes para que la propuesta sea fiel a aquello que nos propusimos, que es intentar que la diversidad y la inclusión sean nuestro norte.

Estos son:

  • asegurarse que las propuestas habiliten ciertas variaciones que les permitan a todos/as participar, y al mismo tiempo que les plantee diversidad de desafíos.
  • encontrar las formas para que las/os alumnas/os conquisten el dominio/la manipulación de cada objeto segúnsus características.
  • asegurarnos de que puedan comprender el sentido de ese pase y recepción en el contexto de una situación problemática o un juego determinados.
  • garantizar que haya muchas experiencias ricas, variadas y diversas para aprender cada contenido
  • que todas las propuestas sean desafiantes y no ejercitaciones repetitivas
  • que donde haya una barrera, busquemos apoyos. Es decir que nuestra mirada se desplaza de la “deficiencia” o “dificultad” de la alumna/o a las condiciones que la propuesta debe proporcionar que las situaciones planteadas promuevan constantemente la reflexión sobre lo que hacen.
  • que se dé la posibilidad de que haya instancias de aprendizaje recíproco y horizontal.
  • que se brinde el tiempo suficiente en cada caso para la apropiación de los contenidos. Así como afirmamos que no propiciamos la repetición mecánica que solo automatiza movimientos, también sostenemos que se requiere de diferentes y variadas repeticiones para aprendizajes significativos.

3.- ¿Cómo incluir en la diversidad?

Estar dentro de la escuela es un primer paso,
pero no garantiza que todos aprendan!

ES NECESARIO QUE ESTÉN VERDADERAMENTE INCLUIDOS EN UN GRUPO!

Porque el grupo es la referencia de inclusión: si no hay un grupo formado, si no se dan cuenta que “pertenecen” a un grupo …, ¿dónde “se incluyen”?

Pero como el grupo escolar no es cualquier grupo, sino que ES UN GRUPO DE APRENDIZAJE, es necesario que cada uno se sienta incluido en las propuestas de enseñanza.

Nuestro gran desafío en este momento es pensar cómo “armar una trama” (didáctica…) en la que aparezcan ambas cosas, muchas veces simultáneamente (en este caso sería tanto los desafíos de pase y recepción, como la construcción de la pertenencia a un grupo que está aprendiendo)…

En este sentido, una de las ideas es la de ir presentando situaciones de enseñanza que les den elementos para reconocer las diferencias que hay entre los chicos, tanto de saberes, como de gustos y habilidades, y tiempos de aprendizaje (dentro de las diferencias se incluyen las discapacidades, pero no se centra en ellas).

Es decir, tratamos de que no sea solamente nuestro discurso sobre la diferencia y la importancia de su reconocimiento, 

sino que, nos parece, que si les enseñamos a observar, a reconocer al otro en tanto otro, valioso y diferente, van a tener elementos para reconocer y respetar las diferencias existentes, tanto en la clase como en la vida misma.

La perspectiva inclusiva requiere del compromiso del grupo-clase,

 no sólo de los docentes, y eso sí está en nuestras manos enseñarlo!